miércoles, 30 de diciembre de 2009

Quiero un hipopótamo para Navidad... (y me lo regalaron)


Quiero un hipopótamo para Navidad.
Sólo un hipopótamo me satisfará.
No quiero muñecas, no quiero cachibaches como el Tinker Toy;
quiero un hipopótamo para jugar con él y disfrutarlo.

Quiero un hipopótamo para Navidad.
No creo que Santa Clós se moleste, ¿verdad?
No tendrá que usar el tiro mugroso de nuestra chimenea:
que lo meta por la puerta de enfrente,
que es lo más fácil de hacer.

Ya me imagino la mañana de Navidad,
que voy a bajar las escaleras
y, ¡oh, gozo!, ¡qué sorpresa!,
cuando abra los ojos
para encontrarme a mi héroe hipopótamo parado allí

Quiero un hipopótamo para Navidad.
Sólo un hipopótamo me satisfará.
Nada de cocodrilos, cero rinocerontes:
sólo me gustan los hipopótamos
y a los hipopótamos les gusto yo también.

Mamá dice que el hipopótamo me tragaría, pero resulta
que la maestra dice que el hipopótamo es vegetariano.

Hay mucho espacio en nuestro garage de dos coches:
allí lo alimentaré y lo lavaré y le daré su masaje.

Ya me imagino la mañana de Navidad,
que voy a bajar las escaleras
y, ¡oh, gozo!, ¡qué sorpresa!,
cuando abra los ojos
para encontrarme a mi héroe hipopótamo parado allí

Quiero un hipopótamo para Navidad.
Sólo un hipopótamo me satisfará.
Nada de cocodrilos, cero rinoceronteses:
sólo me gustan los hipopótamoses
y a los hipopótamos les gusto yo también.


No hay comentarios:

Publicar un comentario